Elena Peña: “Tenía ganas de recuperar la libertad que da la hoja en blanco”
Elena Peña es guionista, escritora y, además, una gran aficionada a la cocina. Estudió Historia del Arte pero desde bien pequeña ha sabido que la escritura es lo suyo. Ver a su aitite a diario con un libro entre las manos hizo que se animara con su primer cuento. Ya de adolescente se inclinó por la poesía y aunque profesionalmente acabó escribiendo guiones para series de ficción, años después decidió aventurarse con su primera trilogía juvenil. Tras ello, y más recientemente, vino su último lanzamiento “Si el agua nos lleva”, dirigido a un público más adulto.
Antes de nada nos gustaría conocerte un poquito más, ¿Quien es Elena Peña y qué puedes contar de ti a todos aquellos que no te conocen?
Soy una escritora de Bilbao que antes fue guionista de televisión. “Si el agua nos lleva” es mi primera novela para un público adulto. Antes auto publiqué una trilogía juvenil titulada “Las Revueltas”. Escribir es mi pasión desde niña, siempre tuve claro que crear historias era lo que quería hacer. También escribo poesía y me gusta mucho la cocina.
¿A qué edad comenzaste a escribir?
Desde que aprendí a escribir. Mi aitite era un gran lector y, cuando era niña, siempre le recuerdo leyendo novelas cada tarde. Me hacía ilusión que él leyera algo mío así que, cuando fui capaz, le escribí un cuento de un pajarito. Desde entonces no he dejado de inventar historias.
¿Te dedicas a la escritura al 100%?
Lo intento. Es un mundo difícil pero es mi vocación así que procuro dedicarle el mayor tiempo posible.
¿Con qué género literario te identificas más?
Me cuesta mucho definirme dentro de un género literario. Me gustan las novelas de personajes, donde se cuenten historias, que tengan sentimiento, cierta intriga, una mezcla de géneros.
¿Cómo y porqué pasaste de hacer literatura juvenil con tu trilogía “Las Revueltas” a escribir esta última novela?
Cuando se terminó mi trabajo en televisión como guionista necesitaba evadirme, recuperar la literatura, que es mi verdadera pasión, y olvidarme de mi trabajo hasta ese momento. Escribir para una serie implica adaptarte a muchos condicionantes, convocatorias, presupuesto, tramas hechas en equipo… y quería recuperar esa sensación de libertad total que te deja la hoja en blanco. La novela juvenil creo que fue mi forma de recuperar la diversión. Pero, una vez recuperada, necesitaba seguir escribiendo y buscar un nuevo reto, por eso dejé el público juvenil y me adentré en el adulto.
¿Qué te inspiró a escribir “Si el agua nos lleva”?
Después de escribir la trilogía, situada en un escenario imaginario, me apetecía ponerme el reto de, esta vez, situar la novela en un lugar concreto y conocido. Y, siendo bilbaína, tenía que ser en Bilbao. Desde pequeña había oído historias en mi familia sobre las inundaciones de 1983. Yo no tengo recuerdos concretos porque en aquel momento tenía dos años pero era un acontecimiento del que había oído hablar. Empecé a indagar hechos y a imaginar personajes y así fue surgiendo la novela.
¿De qué trata la novela?
Nuria, la protagonista, vive en Madrid y acaba de perder a su madre, Rita. En pleno duelo recibe una llamada desde el hospital de Basurto en Bilbao donde le comunican que su padre, Benito, acaba de ser rescatado de la ría y está en coma. Todo su mundo explota porque su madre siempre le había contado que su padre murió en las inundaciones de Bilbao de 1983. Por su necesidad de encontrar la verdad, y por otras circunstancias que se desvelan en los primeros capítulos, decide trasladarse a la ciudad para buscar respuestas. Esta historia se narra paralelamente con la de Rita, su madre, en el fatídico agosto de 1983. Es una novela sobre la cobardía y las malas decisiones que a veces estamos abocados a tomar.
¿Por qué deberían los lectores comprarla?
Porque es una historia intensa, entretenida y que engancha, al menos eso me dicen siempre. Espero que los lectores se enamoren de los personajes y sus secretos en el mejor marco posible, Bilbao.
¿Tienes en mente, o entre manos, una próxima publicación?
Sí. Ya tengo una novela terminada que está en manos de mi agente esperando encontrar su hueco en el mercado editorial y estoy con el primer borrador de una nueva novela entre manos.