El programa para que mayores compartan sus pisos con jóvenes se amplía a más zonas de Bilbao

‘Etxea Gaztetu’ otorga subvenciones para rehabilitar la vivienda y una mensualidad para favorecer esta convivencia
El área de Regeneración Urbana del Ayuntamiento ha decidido ampliar a todas las zonas de intervención de SURBISA la posibilidad de optar a las ayudas económicas del programa ‘Etxea Gaztetu’, que se lleva a cabo con la asistencia de la empresa Kuvu y que tiene como objetivo tanto la rehabilitación de viviendas de las personas mayores que estén dispuestas a compartir piso con otras más jóvenes, como para cubrir el servicio de intermediación y tutela de la convivencia.
Este programa comenzó como prueba piloto en octubre de 2024 en Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala y, en estos momentos, se están estudiando las solicitudes presentadas en este barrio. En paralelo, se han recibido solicitudes de información de otras zonas de intervención de SURBISA para el mismo programa. Por eso, el área ha decidido dar respuesta a esta demanda e incorporar también a los vecinos del resto de zonas en las que opera SURBISA, entre las cuales se encuentran Casco Viejo, La Cruz, Irala, Zazpilanda, Uretamendi y Uribarri.
Tras recibir sus solicitudes, SURBISA se encargará de valorar las necesidades o carencias de la vivienda y ofrecer las ayudas para rehabilitarla. También seleccionarán a la persona adecuada para la convivencia, y realizará un seguimiento continuo y mediación durante los 12 meses máximo que durará el programa, con la asistencia técnica de la empresa social Kuvu.
Las ayudas se dirigen a personas mayores de 60 años que viven solas y sean propietarias de su vivienda habitual, quienes percibirán, además de la subvención, una mensualidad por el alquiler de alrededor de 350 euros.
Por su parte, las personas inquilinas serán jóvenes estudiantes o profesionales menores de 35 años que busquen un alojamiento asequible y tranquilo, que tratan de vivir de forma independiente y tienen una motivación por convivir con personas de otra generación en un entorno de confianza y de buena convivencia. En el proceso de selección se recoge qué se espera de la convivencia, cuáles son las líneas rojas y qué aspectos se deben tener en cuenta para encontrar al candidato ideal.
La estancia tendría una duración de un año y contará, además, con la opción de prorrogarla en caso de que ambas partes estén satisfechas con la convivencia. Para acceder al mismo tienen que someterse a un análisis previo realizado por el equipo técnico del programa.